El Honorable Tribunal de Disciplina de la Federación de Básquetbol del Chubut resolvió sancionar al árbitro comodorense José Luis Bova con una suspensión de cuatro meses para toda actividad arbitral. La medida se tomó luego de una denuncia presentada por el Club Ferrocarril Patagónico, tras los partidos de las categorías U15 y U17 masculinas disputados el 17 de mayo frente a Federación Deportiva en Comodoro Rivadavia.
En diálogo con Jornada Radio, Ricardo Salesdio su versión sobre lo sucedido y explicó el contexto de la denuncia: “Fuimos a jugar una instancia provincial con los U13, U15 y U17, y cuando vuelven del viaje, padres y entrenadores me cuentan situaciones que muchas ya las habían vivido otros clubes, pero siempre era ‘no digas nada porque es peor’. Se había generado un círculo vicioso para evitar consecuencias mayores”.
Sales afirmó que lo ocurrido en esta ocasión fue inaceptable y que el accionar del árbitro generó malestar generalizado: “Esta vez se pasó de la raya, se desubicó. Cuando los perjudicados empiezan a ser entrenadores, padres y sobre todo los chicos, que terminan jugando en un clima de nerviosismo y locura, no corresponde. Esto de Bova no es nuevo. Cuando salió en redes, me escribieron de La Pampa, Viedma, Patagones, Neuquén… clubes que ya pasaron por lo mismo”.
“El árbitro se puede equivocar, pero lo de Bova es otra cosa: se pone a hablar con padres al costado de la cancha, se da vuelta en medio del partido. A los chicos los cargaba. ¿Qué pasa cuando el chico responde? Se genera un problema. Llegó a un punto de abuso de poder. Dentro del arbitraje no le decían nada porque, evidentemente, no daba bolilla”, agregó el dirigente.
Sales también hizo referencia al impacto negativo que este tipo de conductas tiene sobre la formación arbitral: “Le estamos haciendo un favor a los buenos árbitros de Comodoro, como Julio Dinamarca, Lugli o Reyes. No creo que estén conformes con este tipo de personajes. Lo peor es que los árbitros más jóvenes copian estas malas prácticas pensando que es normal”.
Respecto a los hechos denunciados, Sales fue contundente: “Se pasó de la raya con chicos de edades formativas. Hubo faltas de respeto hacia nuestros entrenadores Facundo Álvarez y Mario Sotosca. Se paraba delante del DT, lo pisaba, les decía: ‘qué baile se están comiendo’. No tiene nada que ver con el espíritu del básquet”.
El presidente del club valoró el compromiso del equipo técnico para presentar la denuncia formalmente: “Aseguro que presentamos todo lo necesario: videos, testimonios, los profes salieron de testigos. Fue valiente de su parte. Muchos evitan estos temas para no meterse en líos, pero en este caso dijeron basta. Todos sabemos que a otros entrenadores les pasó lo mismo”.
Sobre la sanción, expresó cierta disconformidad: “Para mí se quedaron cortos, pero quizás esto sirva para que no se repita. Que Bova reflexione es difícil, pero había que ponerle un freno. Tiene que hacer el curso de violencia cero, lo tendría que haber hecho antes. Cuando vuelva a dirigir, veremos si cambió. Si no, no tengo problema en hacer otra denuncia”.
Finalmente, se refirió al descargo del árbitro y a su visión sobre el rol arbitral: “Él negó todo. Solo admitió haber terminado el partido tres segundos antes, cuando Ferro tenía una última ofensiva y perdía por un simple. Le echó la culpa a la mesa. El básquet merece árbitros formadores, que expliquen a los chicos y acompañen el aprendizaje. No que los hagan jugar nerviosos y con miedo”
El Honorable Tribunal de Disciplina de la Federación de Básquetbol del Chubut resolvió sancionar al árbitro comodorense José Luis Bova con una suspensión de cuatro meses para toda actividad arbitral. La medida se tomó luego de una denuncia presentada por el Club Ferrocarril Patagónico, tras los partidos de las categorías U15 y U17 masculinas disputados el 17 de mayo frente a Federación Deportiva en Comodoro Rivadavia.
En diálogo con Jornada Radio, Ricardo Salesdio su versión sobre lo sucedido y explicó el contexto de la denuncia: “Fuimos a jugar una instancia provincial con los U13, U15 y U17, y cuando vuelven del viaje, padres y entrenadores me cuentan situaciones que muchas ya las habían vivido otros clubes, pero siempre era ‘no digas nada porque es peor’. Se había generado un círculo vicioso para evitar consecuencias mayores”.
Sales afirmó que lo ocurrido en esta ocasión fue inaceptable y que el accionar del árbitro generó malestar generalizado: “Esta vez se pasó de la raya, se desubicó. Cuando los perjudicados empiezan a ser entrenadores, padres y sobre todo los chicos, que terminan jugando en un clima de nerviosismo y locura, no corresponde. Esto de Bova no es nuevo. Cuando salió en redes, me escribieron de La Pampa, Viedma, Patagones, Neuquén… clubes que ya pasaron por lo mismo”.
“El árbitro se puede equivocar, pero lo de Bova es otra cosa: se pone a hablar con padres al costado de la cancha, se da vuelta en medio del partido. A los chicos los cargaba. ¿Qué pasa cuando el chico responde? Se genera un problema. Llegó a un punto de abuso de poder. Dentro del arbitraje no le decían nada porque, evidentemente, no daba bolilla”, agregó el dirigente.
Sales también hizo referencia al impacto negativo que este tipo de conductas tiene sobre la formación arbitral: “Le estamos haciendo un favor a los buenos árbitros de Comodoro, como Julio Dinamarca, Lugli o Reyes. No creo que estén conformes con este tipo de personajes. Lo peor es que los árbitros más jóvenes copian estas malas prácticas pensando que es normal”.
Respecto a los hechos denunciados, Sales fue contundente: “Se pasó de la raya con chicos de edades formativas. Hubo faltas de respeto hacia nuestros entrenadores Facundo Álvarez y Mario Sotosca. Se paraba delante del DT, lo pisaba, les decía: ‘qué baile se están comiendo’. No tiene nada que ver con el espíritu del básquet”.
El presidente del club valoró el compromiso del equipo técnico para presentar la denuncia formalmente: “Aseguro que presentamos todo lo necesario: videos, testimonios, los profes salieron de testigos. Fue valiente de su parte. Muchos evitan estos temas para no meterse en líos, pero en este caso dijeron basta. Todos sabemos que a otros entrenadores les pasó lo mismo”.
Sobre la sanción, expresó cierta disconformidad: “Para mí se quedaron cortos, pero quizás esto sirva para que no se repita. Que Bova reflexione es difícil, pero había que ponerle un freno. Tiene que hacer el curso de violencia cero, lo tendría que haber hecho antes. Cuando vuelva a dirigir, veremos si cambió. Si no, no tengo problema en hacer otra denuncia”.
Finalmente, se refirió al descargo del árbitro y a su visión sobre el rol arbitral: “Él negó todo. Solo admitió haber terminado el partido tres segundos antes, cuando Ferro tenía una última ofensiva y perdía por un simple. Le echó la culpa a la mesa. El básquet merece árbitros formadores, que expliquen a los chicos y acompañen el aprendizaje. No que los hagan jugar nerviosos y con miedo”