BILLBOARD_TOP:

En el INTA no sobra nadie

21 JUN 2025 - 20:28 | Actualizado 21 JUN 2025 - 20:45

Por Lucas Gallo Mendoza, secretario general de la Seccional Esquel APINTA (Asociación delPersonal del INTA)

El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) fue creado hace casi 70 años para dar apoyo a la producción agropecuaria (primaria e industrial), la familia rural y su entorno. Trabaja desde su origen tanto en la investigación (generando conocimiento, técnicas y equipamiento nuevo o adaptado de otras regiones), como en la extensión (realizando el acompañamiento más directo con la población destinataria del trabajo local).

A partir de diciembre de 2023, en el INTA, se vive un estado de incertidumbre continua, dadas las expresiones de los representantes del actual Gobierno Nacional sobre reducir el número de empleados, la estructura institucional y el sistema de gobierno del INTA (el cual, por Ley, es colegiado e integrado por: sector productivo, universidades y autoridades nacionales, hasta ahora, los gobiernos anteriores nunca tuvieron mayoría directa para imponer sus ideas partidarias sobre las tareas que realiza el INTA, las tomas de decisión siempre han sido por consensos).

Con este Gobierno, estamos a la espera si se cumple lo que representantes del Poder Ejecutivo expresan públicamente como objetivo: modificar por Decreto la estructura de nuestro Consejo Directivo Nacional -CDN- y que pase de tener solo 3 representantes del Ejecutivo Nacional (de los 10 que lo integran actualmente, 30%) a tener 4 representantes de 8 (50%) que sería la nueva estructura propuesta, en la práctica lo que se pretende es manejar a los representantes de las asociaciones de productores solo como si tuvieran voz pero no voto, ya que cualquier votación que sea de alto interés para el gobierno de turno, tendrá en el peor de los casos un empate al momento de votar y eso se resolverá con un segundo voto del presidente del INTA (será el modelo SALE o SALE a favor del actual gobierno o del de turno, sin consenso) en definitiva, los 4 representantes de las asociaciones de productores, lamentablemente pasarían a estar como marionetas de cartón pintado o como laburantes que solo van el 29 (ya que las reuniones del CDN son al final de cada mes).

No menos grave, se pretende eliminar a las Facultades de Agronomía y Veterinaria de la mesa de discusión, desconociendo la importancia de su opinión y articulación con el sistema de educación e investigación universitario.

Así finalizarían casi 70 años de gestión armoniosa del organismo de Ciencia y Tecnología cogobernado por sectores que representan a los productores agropecuarios (5 sillas: FAA, SRA, CRA, Coninagro y AACREA), al sector académico (2 sillas para facultades nacionales: 1 de Veterinaria y 1 de Agronomía) y los representantes del ejecutivo nacional (Presidente, Vice y delegado de la Secretaría de Agricultura).

En cuanto al Personal integrante del INTA.- a partir del reclamo del actual gobierno de reducir el número de trabajadores, entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, el INTA estableció una estrategia de reducir su estructura por una vía que no implicaba despidos, esta consistía en no reponer las plantas de personal que se jubilaba, fallecía o renunciaba (hubieron renuncias por un plan de retiro voluntario y por fuera de éste), esta lógica de reducción no es inocua, ya que también impacta en sectores de actividades críticas que quedan sin nadie en condiciones de darles continuidad (capacitar al personal que debe cubrir las tareas requiere tiempo), pero al menos permite contemplar la posibilidad de reorganización interna y evitar la sensación de inestabilidad laboral para la proyección de trabajos.

A partir de diciembre 2024, presidencia propuso echar al personal de Planta No Permanente -PNP- ingresante del 2023, sin embargo, el CDN no estuvo de acuerdo con el recorte planteado y rechazó la propuesta, aceptando evaluar otro criterio de readecuación del INTA a ser presentada en febrero por el Director Nacional -DN- (recordemos que al cargo de DN se accede únicamente por concurso abierto).
En febrero, Presidencia, ignorando intencionalmente la propuesta del DN y estableciendo un objetivo de 1500 despidos, presentó otro planteo para cerrar las Agencias de Extensión Rural (y con esto eliminar la componente de extensión, una de las componentes distintivas de INTA), Institutos de investigación y la Experimental AMBA, que atiende la zona rural del conurbano bonaerense (y población que posee estilos de vida más mixturados entre lo urbano y lo rural, como sucede en nuestras localidades rurales y ciudades de mediana escala).

En este punto, ya no solo deseaban cortar el relevo generacional con el despido de los ingresantes del 2023 (cabe aclarar que ingresaron por concursos, y que, en el caso de profesionales, cuentan con títulos de posgrados y experiencia en la temática convocada), sino también afectar a la extensión rural, la herramienta de mayor relacionamiento territorial de INTA.

Al presente, a todo este esfuerzo de desguace, también se suma una reducción de los fondos que se requieren para el funcionamiento, las partidas que debe aportar el gobierno ingresan con montos significativamente menores, comprometiendo no sólo los aportes de insumos y servicios requeridos para investigación y extensión, sino también afectando partidas tan básicas como las asignadas al pago de electricidad, gas, limpieza y seguridad entre otras. Recordemos que en el Estado se sigue operando con el presupuesto aprobado por el Congreso Nacional en 2023.
Estas razones, nos conducen a estar en una situación de Alerta y Movilización dado el riesgo de estabilidad Institucional y laboral, desviándonos permanentemente del foco que debemos atender, y vivir con el continuo temor de si mañana ya no tendremos a los compañeros de trabajo con quienes hacemos equipo, o no se tendrá un gobierno institucional colegiado real y se pasará a ser gobernados por el capricho del gobierno de turno, siendo que los trabajos de ciencia y tecnología pueden superar ampliamente los plazos de una gestión de gobierno.

Por esto los trabajadores de INTA decimos: los cambios institucionales (organizativos y financieros) que mejoren el trabajo son bienvenidos, no aquellos que vayan en sentido opuesto y nos resten capacidad de trabajo, en INTA no sobra nadie.

Enterate de las noticias de POLITICA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
21 JUN 2025 - 20:28

Por Lucas Gallo Mendoza, secretario general de la Seccional Esquel APINTA (Asociación delPersonal del INTA)

El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) fue creado hace casi 70 años para dar apoyo a la producción agropecuaria (primaria e industrial), la familia rural y su entorno. Trabaja desde su origen tanto en la investigación (generando conocimiento, técnicas y equipamiento nuevo o adaptado de otras regiones), como en la extensión (realizando el acompañamiento más directo con la población destinataria del trabajo local).

A partir de diciembre de 2023, en el INTA, se vive un estado de incertidumbre continua, dadas las expresiones de los representantes del actual Gobierno Nacional sobre reducir el número de empleados, la estructura institucional y el sistema de gobierno del INTA (el cual, por Ley, es colegiado e integrado por: sector productivo, universidades y autoridades nacionales, hasta ahora, los gobiernos anteriores nunca tuvieron mayoría directa para imponer sus ideas partidarias sobre las tareas que realiza el INTA, las tomas de decisión siempre han sido por consensos).

Con este Gobierno, estamos a la espera si se cumple lo que representantes del Poder Ejecutivo expresan públicamente como objetivo: modificar por Decreto la estructura de nuestro Consejo Directivo Nacional -CDN- y que pase de tener solo 3 representantes del Ejecutivo Nacional (de los 10 que lo integran actualmente, 30%) a tener 4 representantes de 8 (50%) que sería la nueva estructura propuesta, en la práctica lo que se pretende es manejar a los representantes de las asociaciones de productores solo como si tuvieran voz pero no voto, ya que cualquier votación que sea de alto interés para el gobierno de turno, tendrá en el peor de los casos un empate al momento de votar y eso se resolverá con un segundo voto del presidente del INTA (será el modelo SALE o SALE a favor del actual gobierno o del de turno, sin consenso) en definitiva, los 4 representantes de las asociaciones de productores, lamentablemente pasarían a estar como marionetas de cartón pintado o como laburantes que solo van el 29 (ya que las reuniones del CDN son al final de cada mes).

No menos grave, se pretende eliminar a las Facultades de Agronomía y Veterinaria de la mesa de discusión, desconociendo la importancia de su opinión y articulación con el sistema de educación e investigación universitario.

Así finalizarían casi 70 años de gestión armoniosa del organismo de Ciencia y Tecnología cogobernado por sectores que representan a los productores agropecuarios (5 sillas: FAA, SRA, CRA, Coninagro y AACREA), al sector académico (2 sillas para facultades nacionales: 1 de Veterinaria y 1 de Agronomía) y los representantes del ejecutivo nacional (Presidente, Vice y delegado de la Secretaría de Agricultura).

En cuanto al Personal integrante del INTA.- a partir del reclamo del actual gobierno de reducir el número de trabajadores, entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, el INTA estableció una estrategia de reducir su estructura por una vía que no implicaba despidos, esta consistía en no reponer las plantas de personal que se jubilaba, fallecía o renunciaba (hubieron renuncias por un plan de retiro voluntario y por fuera de éste), esta lógica de reducción no es inocua, ya que también impacta en sectores de actividades críticas que quedan sin nadie en condiciones de darles continuidad (capacitar al personal que debe cubrir las tareas requiere tiempo), pero al menos permite contemplar la posibilidad de reorganización interna y evitar la sensación de inestabilidad laboral para la proyección de trabajos.

A partir de diciembre 2024, presidencia propuso echar al personal de Planta No Permanente -PNP- ingresante del 2023, sin embargo, el CDN no estuvo de acuerdo con el recorte planteado y rechazó la propuesta, aceptando evaluar otro criterio de readecuación del INTA a ser presentada en febrero por el Director Nacional -DN- (recordemos que al cargo de DN se accede únicamente por concurso abierto).
En febrero, Presidencia, ignorando intencionalmente la propuesta del DN y estableciendo un objetivo de 1500 despidos, presentó otro planteo para cerrar las Agencias de Extensión Rural (y con esto eliminar la componente de extensión, una de las componentes distintivas de INTA), Institutos de investigación y la Experimental AMBA, que atiende la zona rural del conurbano bonaerense (y población que posee estilos de vida más mixturados entre lo urbano y lo rural, como sucede en nuestras localidades rurales y ciudades de mediana escala).

En este punto, ya no solo deseaban cortar el relevo generacional con el despido de los ingresantes del 2023 (cabe aclarar que ingresaron por concursos, y que, en el caso de profesionales, cuentan con títulos de posgrados y experiencia en la temática convocada), sino también afectar a la extensión rural, la herramienta de mayor relacionamiento territorial de INTA.

Al presente, a todo este esfuerzo de desguace, también se suma una reducción de los fondos que se requieren para el funcionamiento, las partidas que debe aportar el gobierno ingresan con montos significativamente menores, comprometiendo no sólo los aportes de insumos y servicios requeridos para investigación y extensión, sino también afectando partidas tan básicas como las asignadas al pago de electricidad, gas, limpieza y seguridad entre otras. Recordemos que en el Estado se sigue operando con el presupuesto aprobado por el Congreso Nacional en 2023.
Estas razones, nos conducen a estar en una situación de Alerta y Movilización dado el riesgo de estabilidad Institucional y laboral, desviándonos permanentemente del foco que debemos atender, y vivir con el continuo temor de si mañana ya no tendremos a los compañeros de trabajo con quienes hacemos equipo, o no se tendrá un gobierno institucional colegiado real y se pasará a ser gobernados por el capricho del gobierno de turno, siendo que los trabajos de ciencia y tecnología pueden superar ampliamente los plazos de una gestión de gobierno.

Por esto los trabajadores de INTA decimos: los cambios institucionales (organizativos y financieros) que mejoren el trabajo son bienvenidos, no aquellos que vayan en sentido opuesto y nos resten capacidad de trabajo, en INTA no sobra nadie.


NOTICIAS RELACIONADAS